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Las redes sociales han cobrado cada vez más importancia en la últimas décadas siendo el último año cuando ha tomado un papel protagonista conformándose como herramienta esencial e imprescindible. Esto no solo se ha dado durante el periodo de confinamiento si no que también se ha mantenido posteriormente, facilitando la adaptación a la situación sanitaria del momento. Por ejemplo, se ha facilitado el teletrabajo, han contribuido a evitar aislamientos y soledad manteniéndonos cerca de nuestros seres queridos gracias a aplicaciones que permiten contacto directo e inmediato (ya sea por mensajería, llamadas telefónicas y/o videollamadas)… fomentando la participación ciudadana a través de las mismas. Igualmente se han promovido el desarrollo de múltiples actividades adaptadas al ámbito doméstico como deporte en casa, clases de cocina, app de juegos…
Las redes sociales se han mostrado como herramienta útil y práctica que han venido para quedarse ya que ofrecen numerosos beneficios para toda la población.
No obstante, es importante tener en cuenta que el uso de las redes sociales también conlleva enfrentarse a múltiples y preocupantes riesgos. Algunos de estos pueden ser: suplantación de identidad, grooming, sexting, sextorsión, fake news, phishing, uso abusivo de las redes (foMO, nomofobia…)…
